Informe de Progreso de las negociaciones sobre la modernización del TCE muestra divisiones familiares entre las delegaciones a medida que crece la presión por la retirada de la UE

Después de tres rondas de negociación sobre la modernización del TCE el año pasado, siendo la más reciente el 6 de noviembre de 2020, un Informe de Progreso que se filtró en diciembre de 2020 sugiere que los Estados partes aun no llegan a un acuerdo sobre cuestiones fundamentales. Esto dificulta el progreso de las negociaciones, ya que se requiere el consenso de las delegaciones nacionales.

Algo que probablemente complique las cosas es que estas negociaciones están teniendo lugar mientras inversores siguen presentando casos de alto perfil contra Estados miembros de la UE en virtud del TCE. Más recientemente, la empresa alemana RWE ha iniciado un arbitraje contra los Países Bajos debido al plan de eliminación del carbón por parte de este último. Otras señales de malestar entre los Estados miembros de la UE incluyen la solicitud de Bélgica de que el TJUE emita un dictamen sobre la compatibilidad del TCE con el derecho de la UE, y una reciente carta de funcionarios franceses expresando su apoyo a la posibilidad de retirarse del tratado.

El informe documenta los debates en curso sobre una amplia variedad de temas, desde las disposiciones relativas a los estándares de protección de las inversiones, como TJE y NMF, hasta la incorporación de nuevas cláusulas sobre RSE y desarrollo sostenible. También da una idea de lo que podría ser considerado como dos facciones principales –una liderada por la UE y sus Estados miembros por un lado, y otra por Japón por el otro– con opiniones significativamente divergentes sobre los beneficios y desventajas del TCE bajo su forma actual.

Por su parte, Japón está ampliamente a favor de mantener el statu quo, mientras que la UE y sus Estados miembros, a menudo acompañados por Georgia y Turquía, promueven cambios importantes. Por ejemplo, cuando se trata de disposiciones estándares, tales como TJE, NMF y expropiación indirecta, Japón parece estar a favor de conservar el texto actual. Por otro lado, la UE y sus Estados miembros, junto con varios otros países, favorecen definiciones más detalladas de estos estándares de protección, por ejemplo, que la definición de TJE incluya una lista cerrada de violaciones. Tensiones similares son evidentes en las sugerencias de las partes sobre cambios a la disposición de NMF.

La UE y sus Estados miembros, así como Georgia y Turquía, también están promoviendo un texto más sólido sobre el derecho a regular, RSE y desarrollo sostenible, y la protección ambiental. (Nota del Editor: anteriormente informamos sobre la propuesta de la UE para la modernización del TCE, y gran parte del texto propuesto puede encontrarse en el reciente Informe de Progreso). Sin embargo, Japón se opuso a la mayor parte del mismo, donde remarcó, con referencia a la limitación propuesta de la disposición sobre expropiación indirecta, que las “propuestas parecen inclinar la balanza abiertamente en favor de asuntos de interés estatal o el derecho a regular” y pueden “menoscabar indebidamente el nivel de protección de las inversiones a ser alcanzado”.

El Informe de Progreso brinda detalles sobre cómo avanzarán las negociaciones, destacando que la pandemia por el COVID-19 ha retrasado el progreso en 2020. El Director ha invitado al grupo a celebrar cuatro rondas de negociación durante 2021, y también ha planteado la posibilidad de celebrar reuniones y talleres informales entre dichas rondas.

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